Los últimos años hemos visto como la IA ha evolucionado a pasos agigantados, pasos tan grandes que nos sorprenden día sí y día tambien con noticías abrumadoras e impactantes.
En los últimos meses hemos oído hablar de los saltos de calidad de las IAs generativas, ChatGPT, Gemini, Copilot, etc. Todas estas son IAs generativas, son capaces de generar contenido de gran calidad y de responder preguntas de una forma muy natural.
A parte de las IAs generativas otras IAs que han mejorado mucho son las IAs emocionales o afectivas, aquellas que no solo saben darte una respuesta a tus preguntas, si no que son capaces de interpretar tu estado de animo basandose en tu forma de escribir, de preguntar, tu expresión, tu tono de voz etc.
(Imagen generada por IA- Copilot)
IAs afectivas en los videojuegos
¿Te imaginas jugar a un juego que se adapte a tu estado de ánimo? Con estas IAs puede ser posible. Tan solo hay que pensar en que forma le tenemos que dar al juego para que estas IAs puedan ser capaces de interpretar tu estado de ánimo.
Imaginate que tus adversarios fueran capaces de adaptarse emocionalmente a tus reacciones, y actuar de forma diferente cada vez que te los encuentras en el juego. O histórias que se puedan ir modulando de forma automática en función de las decisiones que vas tomando, decisiones que por supuesto estan influenciadas por tu estado animico de cada momento.
(Imagen generada por IA- Copilot)
¿Es ético?
El salto que pueden dar los juegos es enorme, pero aparecen nuevas preguntas, y seguramente aparecerán legislaciones al respecto. Por ejemplo, como se almacenarán estos datos emocionales, datos muy sensibles y privados?.
Estaremos seguros que estos datos no se utilizarán para manipularnos al antojo de las empresas de desarrollo? Si estamos trabajando con las emociones de los jugadores, podemos utilizarlo para hacer algo muy bueno, adaptarnos a sus necesidades de cada momento, y hacer que la jugabilidad sea mayor. Pero tambien podemos utilizarlo para condicionar decisiones de compra, de voto, de toma de decisiones, etc.
Podemos imaginar juegos desde los que se puedan tratar temas emocionales muy fuertes, bloqueos emocionales, terapias, etc. Estos juegos bien regulados, dirigidos por profesionales, y con IAs afectivas poderosas pueden llegar a ser muy beneficiosos.
Está claro que iremos viendo como la relación entre los humanos y las máquinas es cada vez más humana, pero necesitamos tener la certeza que existe una regulación por detras que impide que se utilice para modificar nuestra forma de pensar.
(Imagen generada por IA- Copilot)